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Lavamos bien los huevos con agua y los ponemos en un pocillo con agua fría que los cubra por completo, con un poco de sal (la sal es para que no se nos agriete la cáscara), cuando el agua comience a hervir contamos el tiempo, 3 minutos si queremos la clara y la yema poco cuajada y 4 minutos si queremos que la clara esté cocida y la yema líquida.
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Es importante sacudir el huevo durante el primer minuto para que la yema se quede en el centro.
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Cuando haya transcurrido el tiempo, sacamos el huevo y lo ponemos debajo de la llave con agua fría para detener la cocción.
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Con la ayuda de un cuchillo de sierra rompemos la cáscara por arriba, lo servimos en un porta huevos o tazón, le añadimos aceite y lo acompañamos con bastoncitos de pan tostado para poderlos remojar en la yema.
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